David Bollero
Público.es 23/07/2014
Ayer se aprobó el anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual en la que todo el protagonismo se lo lleva la polémica Tasa Google (absurdamente llamada así cuando es a Google al que menos afecta) o el Canon AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles). ¿En qué consiste? Básicamente en que enlazar en internet en España ya no será gratis: si tienes una web de actualización periódica y enlazas, tendrás que pagar un impuesto revolucionario al medio que enlazas.
“¿Pero si le estoy llevando visitas?”, pensará usted. Da igual. El
lobby de editores (PRISA, Vocento, Grupo Zeta, Unidad Editorial, Grupo
Godó, Editorial Prensa Ibérica…) y sus señorías se han propuesto poner
puertas al campo y mandar al carajo una de las mayores bonanzas
de la Red: España va a pasar a ser uno de los ejemplos internacionales
de legislación más restrictiva y deleznable en materia de internet. Una
vergüenza.
¿Y saben qué es todavía más vergonzoso? Esa horrible sensación de
estar metido en una habitación con unos monos jugando con unas pistolas
que te apuntan directamente a la chota. El modo en que se aprobó ayer el anteproyecto fue uno de los más chapuceros que me vienen a la mente,
con diputados sin saber de qué hablaban, cometiendo una serie de
errores encadenados y con más prisas por salir escopetados de vacaciones
que por legislar como es debido. Incluso, algunos de los partidos que
se opusieron no lo hicieron porque el Canon AEDE les pareciera una
atrocidad, sino porque les hubiera gustado apretar más al usuario que
enlaza….
El PP ha querido una ley exprés, sin debate en el pleno del Congreso,
con la intención de que pasara lo más desapercibida posible y de la
manera más opaca. A estas alturas y aprobado en anteproyecto, todavía no sabemos el contenido de algunas de las enmiendas aprobadas y por desconocer, hasta desconocemos el importe de las tasas con las que los ineptos de AEDE se piensan forrar
(hablan de recaudar, a pesar de no haber hecho públicas las tasas, unos
80 millones de euros al año). Vergonzoso también, como cabía esperar,
la cobertura que han hecho de la votación de ayer.
El objetivo es que para el próximo otoño ya entre en vigor la ley y
para ello, han tirado de la Comisión de Cultura y lo que se ha
evidenciado es, precisamente, las carencias de sus señorías en la
materia que abordaban. Todavía recuerdo lo lamentable que resultaban en
los años 90 los debates a los que pude asistir en el Senado cuando se
discutía la tarifa plana en internet. Casi dos décadas después, pensé que nuestros diputados se habían puesto al día, pero ayer comprobé tristemente que, con perdón, no tienen ni puñetera idea. Como tampoco la tienen los editores, cuyo presidente, José
María Bergareche, alardea de ser un auténtico paleto digital al
asegurar que los agregadores de noticias “ponen en peligro el acceso de
los ciudadanos a una información libre y de calidad en internet”.
El Canon AEDE genera un problema donde no lo había… salvo para el lobby de editores que, incapaces de superar su incompetencia para renovar la prensa y crear un modelo adaptado a los nuevos tiempos, parecen aferrarse a cualquier forma de ingreso con una visión tan cortoplacista como ineficaz.
En definitiva, ayer asistimos a la aprobación (a falta de su paso por
el Senado) de una de las leyes más absurdas en materia de internet, a
un movimiento que restringe libertades, que resta la expansión de
conocimiento y, lo que es más grave todavía, que genera un problema
donde no lo había… salvo para el lobby de editores que, incapaces de
superar su incompetencia para renovar la prensa y crear un modelo
adaptado a los nuevos tiempos, parecen aferrarse a cualquier forma de
ingreso con una visión tan cortoplacista como ineficaz.
Google News está llamado a cerrar en España, a pesar
de que únicamente aparecían en él los medios que así lo querían. Todo
el que no deseaba que Google le llevara visitas a su web, tan sólo tenía
que comunicárselo al buscador y éste dejaba de indexar sus noticias.
Así de fácil, sin legislar, sin imponer un impuesto revolucionario.
Ahora, por aquello de simplificar —y porque maldita falta le hace (de
Google News el buscador no rascaba un solo euro)— es más que probable
que se desactive el servicio. Y esos medios de rapiña que conforman AEDE verán cómo el número de visitas que llegaba por esa vía cae estrepitosamente, afectando a su triste argumentario de venta de publicidad online. Dicho de otro modo: perderán visibilidad.
La medida afectará también a otras páginas como Menéame, por
ejemplo, del que ya se dice que salvará la situación sacando la compañía
del país. Los medios de AEDE se han pegado un tiro en el pie
despreciando los más de 2 millones de visitas mensuales que les
llegaban, precisamente, gracias a Menéame (afortunadamente, no todos los
periódicos forman parte de ese lobby). Y los autores de blogs verán cómo se criminaliza el enlace, cómo se les obliga por ley a subvencionar la torpeza de los editores.
¿Y los periodistas, qué pintamos en esto? Pues fieles a nuestra
naturaleza egoísta, poco corporativa e insolidaria y máximos exponentes
del “primero salvo mi culo y luego ya veremos” no diremos ni mú. Podemos
llegar a ser tan estúpidos que no moveremos un solo dedo a pesar de que
a medio plazo nos perjudica gravemente la decisión que han tomado los
mandamases, de que si algo se evidenció ayer es la supina estupidez y
torpeza de quienes dirigen los principales medios de comunicación del
país.
Los periodistas no tenemos excusa, no podemos seguir dejando
que ese puñado de ineptos con sueldos estratosféricos sigan
explotándonos por cuatro duros para seguir influyendo en el poder,
dictando leyes con puntos y comas. El tiro en el pie de ayer, en
realidad, es en nuestro propio pie, porque cuando esos medios pierdan
visibilidad, no serán los directivos de AEDE que causaron el mal quienes
se aprieten el cinturón, sino que seremos nosotros. Ese día,
compañeros, acordémonos de por qué hoy no hicimos nada, de por
qué aunque fuera por un día, no dejamos al país sin periódicos, por qué
no tenemos ni la inteligencia, ni las agallas ni la solidaridad de tomar
una acción en grupo y demostrar a los monos que juegan con pistolas
que, en realidad, somos nosotros los que tenemos las balas.
Información relacionada:
Lista de alternativas a los medios de AEDE
Hola, soy internet y vengo del futuro Diagonal
Claves para entender la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual Diagonal
El Gobierno de España está librando una guerra contra internet y tú eres la víctima Kaos
¿Cómo me afecta la “tasa Google”? Fabián Plaza Miranda
-.-
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-.-
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